He vivido la transformación y mejora de los establecimientos alimentarios. Desde mis primeros años de ejercicio, en el año 1987 como inspector veterinario he sido testigo del gran salto en la evolución de las condiciones de seguridad alimentaria en los establecimientos, des de la década de los 80 hasta la actualidad.
En el año 1993 junto con otros compañeros colaboré en la constitución de la Asociación de Veterinarios Higienistas de Catalunya (AVHIC), con el objetivo de formarnos y compartir experiencias entre los veterinarios de la administración y los que trabajaban en la empresa privada. Esta asociación pronto cumplirá 30 años de existencia.
Desde del 2010 he ocupado puestos de trabajo en la administración de la Generalitat de Catalunya relacionados con la organización y la mejora continua de las actividades de la Salud Pública impulsando la administración electrónica y digitalización de los procesos.
Un hito destacado fue la implantación de las actas de inspección digitales. A partir de ese momento, comenzó la transparencia de las actas de inspección, ya que toda la organización tenía a su disposición las actas de todos los inspectores. Hasta entonces, solo tenían acceso a las actas, el inspector, las personas interesadas y un reducido número de personas.
En el año 2019 finalicé los estudios del Máster universitario de Administración y Gobierno Electrónico y en el trabajo de fin de máster analicé la respuesta de los gobiernos de las 17 comunidades autónomas a peticiones de acceso a las actividades de control e inspección en la cadena alimentaria. Más de la mitad de los gobiernos autonómicos denegaron el acceso a las actas de inspección por motivos poco claros. Esta respuesta me motivó en trabajar para aumentar la transparencia en el control alimentario.
Como servidor público creo que el ejercicio de la transparencia nos ayuda a trabajar mejor. Puede que sea molesto tener que responder a las solicitudes de la ciudadanía, ya que todos nos podemos equivocar, y a nadie le gusta que una actuación mejorable salga a la luz. Pero saber que todas las actuaciones que realizamos pueden ser fiscalizadas nos ayuda a trabajar con un estándar de calidad mayor.